En los dos últimos años y medio nos hemos visto obligados muchos de nosotros a emplear mascarillas en lugares públicos, medios de transporte, en los hospitales, consultas, tiendas, hoteles… La pandemia del COVID ha asustado mucho y nuestros gobiernos han tomado medidas como el aislamiento, el uso de mascarillas, la vacunación masiva y otras que aquí no voy a citar.
El uso de las mascarillas faciales ha sido citado por muchos para explicar el empeoramiento de muchas condiciones cutáneas en la piel de la cara como por ejemplo el acné, la rosácea, o la dermatitis.
Algunos médicos creen que el uso de mascarillas no ha modificado la frecuencia con la que aparecen estos problemas. Sin embargo, muchos estudios han confirmado un aumento en la prevalencia de diferentes patologías como por ejemplo el acné. Paso a continuación a detallar algunos datos y estudios bien conocidos.
El efecto de las mascarillas en la piel ha sido extensamente estudiado: Szepietowski y colaboradores hicieron un estudio en 2307 usuarios de mascarillas y descubrieron que el 19,6% de ellos experimentaron picores, el 37% malestar y el 26% sensación de quemazón. En un estudio realizado en China por Zuo en más de 400 usuarios de mascarillas se descubrió que el acné empeoraba en el 10,9% de los pacientes, se producía un empeoramiento de la dermatitis seborreica en el 2,2% de los usuarios de mascarillas, la dermatitis alérgica empeoró en el 0,3%, y otros pacientes tuvieron una exacerbación de su foliculitis, picor, eritema, enrojecimiento, sensación de quemazón, dolor, o incluso inflamación.
Existen hasta un total de 954 casos de efectos adversos dermatológicos descritos por el uso de mascarillas. De estos, 881 han sido descritos en estudios de que se llama de seguimiento, 68 en estudios aleatorizados, y cinco en pequeños reportes ocasionales. Entre las reacciones cutáneas más frecuentes se encuentran la del picor, en el 38,8%, la indentación facial con la marca que produce la mascarilla en el 10,7%, el enrojecimiento o edema en el 7,5%, la sequedad en el 6,5% , la descamación en 2,3% o incluso el dolor en el 2%.
Otro efecto muy importante en las mascarillas es, como ya lo habíamos mencionado anteriormente, el empeoramiento de condiciones cutáneas que ya existían. Existen hasta 11 patologías donde los sujetos que usan mascarillas reconocen haber empeorado con el uso de las mismas. Esto incluye la dermatitis atópica, el acné, la dermatitis seborreica, la rosácea, la psoriasis, la dermatitis alérgica, el eccema, la dermatitis facial, y la foliculitis,
Con los diferentes estudios se puede demostrar que, en la era del COVID, el uso de mascarillas empeora la situación de la piel y muchas condiciones cutáneas. En general las mujeres se han visto más afectadas que los hombres. También los trabajadores en el sector sanitario son los que más prevalencia han mostrado de efectos adversos, entre ellos enfermeras y médicos. La edad donde aparecen estas reacciones es muy variopinta y va desde los 18 años hasta los 74 años. El uso más prolongado de mascarillas se asocia lógicamente con una mayor aceptación.
A pesar de que las mascarillas pueden aportar seguridad en la prevención de la transmisión del coronavirus, su efecto en la piel está claro, ha sido demostrado, y es recomendable reducir su uso mientras no sea necesario y especialmente si padecemos acné o rosacea.
Adjuntamos el link para poder leer los artículos que revisan este tema: Abrir documento
