Tratamientos para el acné
Tratamos el acné de forma integral, para lograr una piel libre de acné, sana y en su mejor forma
Tratamos el acné de forma integral, para lograr una piel libre de acné, sana y en su mejor forma
Incremento patológico de la secreción de las glándulas sebáceas de la piel, acompañado por una inflamación crónica que puede producir prurito y eritema de la zona afectada.
El láser 1340, es un láser no ablativo cuya principal acción es la producción de calor a nivel hipodérmico consigue disminuir el tamaño de la glándula sebácea y estimula la producción de colágeno. Además ayuda a mejorar las marcas superficiales del acné.
Esto sucede porque la epidermis o cubierta de la piel es frágil y delgada. No ejerce bien su función barrera y el agua se pierde con facilidad, provocando picor o molestias en la piel y deshidratación.
La microdermabrasión es un procedimiento mecánico no invasivo por el que se reduce el espesor de la parte más externa de la piel. El sistema de succión de aire con punta de diamante se realiza por toda la superficie facial eliminando los estratos más superficiales de la epidermis.
Colonización de bacterias viene favorecida por la obstrucción del poro. La bacteria más típica se llama Propionibacterium acnes que da lugar a picor y enrojecimiento.
La luz LED azul: destruye las bacterias gracias a unas sustancias que tienen en su interior denominada PROTOPORFIRINA.
Cuando recibe la luz roja y sobre todo la azul, se generan muchos radicales de oxígeno que destruyen el interior de las bacterias.
Viene dada por la obstrucción y colonización bacteriana.
La fototerapia biológica con luz LED roja (640 nm) consigue calmar la piel y producir la regeneración de la misma mediante la reacción inmunitaria que produce la estimulación lumínica. Se aplica junto con la luz azul en sesiones de 15 minutos.
Tratar el acné de una forma temprana nos evita la creación de cicatrices por lo tanto siempre que se inicia con acné. El mejor tratamiento es iniciarlo y tratarlo de manera global desde el primer momento y no esperar a que empeore.
Todo tipo de acné tanto juvenil como acné del adulto.
Tipo de acné grave que requiere de un tratamiento rápido tanto en clínica como con la medicación asociada. Una rápida actuación disminuirá el riesgo de crear cicatrices de por vida.
Acné grave con alta tendencia a cicatrizar
Durante los periodos de mayor actividad hormonal el acné de base se acentúa aumentando así su capacidad para crear lesiones de por vida. por ello, un tratamiento combinado y rápido evita la creación de lesiones cicatrizantes e irreversibles y conseguir así una cara libre de acné y sus marcas.
Acné que aumenta con el ciclo menstrual
La colonización bacteriana hace que aumente la actividad inflamatoria y con ello las lesiones purulentas y dolorosas con tendencia a hacer cicatrices. Es vital hacer un tratamiento rápido y combinado que cese la actividad inflamatoria lo antes posible
Acné con lesiones purulentas y/o dolorosas
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Cuatro son las causas del acné: 1) La excesiva producción de sebo, derivado de la actividad hormonal o el stress y del gran tamaño que tienen las glándulas sebáceas, 2) la obstrucción en los canales o poros de las glándulas sebáceas, 3) la sobre-infección bacteriana y 4) la inflamación desencadenada secundaria a este proceso obstructivo.
Si el acné está sobre todo producido por el exceso de fabricación sebácea como consecuencia de la estimulación constante por las hormonas sexuales del stress, éste acné recibe la denominación de acné hormonal. El tratamiento de este acné requiere un enfoque particular con medicación para regular los desarreglos hormonales con con antiandrógenos.
El acné que ocurre sobre todo por la obstrucción del poro como consecuencia de la inmadurez de la piel y la presencia de comedones o espinillas se denomina juvenil. Aparece entre los 12 y los 18 años y afecta sobre todo al área de la frente de la cara y a la espalda.
Hay un tipo de acné que aparece en las personas mas adultas, aquél en el que como consecuencia del stress tiene grandes glándulas sebáceas cuya producción excesiva queda atascada en el interior de la piel. Ocurre sobre todo en torno a la mandíbula y en torno a la boca y aparece entre los 30 y 45 años de edad sobre todo en mujeres.
Se distingue entre el acné juvenil y el de los adultos en la localización de las lesiones y el tipo de las mismas. En el acné juvenil las lesiones se localizan en la parte alta de la cara o frente y consisten en poros cerrados ,espinillas o comedones. En el acné del adulto las lesiones se localizan en la parte inferior de la cara y consisten en nódulos o quistes rojizos y profundos que pueden dejar marca o cicatriz.
Es aquel que combina de forma integral y natural procedimientos, medicamentos y cosmética para abordar cada una de las causas. Por ejemplo, en un acné del adulto se han de combinar láseres para reducir la inflamación y la producción excesiva de sebo, y medicamentos para reducir de forma interna la producción de sebo y la inflamación.
Hay dos cosas en la dieta de las personas que sufren acné que pueden ayudar a mitigar el riesgo de padecer acné: la primera de ellas es evitar productos lácteos de la vaca. Esto es importante no tanto por la grasa o la lactosa sino por las hormonas bovinas presentes en muchos alimentos derivados de la leche de vaca. Uno de estos alimentos es la proteína del gimnasio obtenida del suero de la leche o Whey protein que empeora o induce el acné en el tronco. Otras de las cosas que se puede hacer para reducir el riesgo de desarrollar acné es no producir picos de insulina en la sangre, por ejemplo cuando tomamos alimentos muy azucarados. No es en si mismo malo el chocolate sino el azúcar que contiene.
Cuando se realiza un tratamiento de acné y desaparece la mayor parte de los granos, se ha de tener en cuenta que podemos tener nuevos brotes y hay que realiza un mantenimiento para tener a raya el problema. Uno de los procedimientos muy útiles es la microdermabrasión que abre los poros y reduce la seborrea. Otro método es realizar sesiones periódicas de luz de láser cada uno o dos meses para matar las bacterias y reducir la glándula sebácea. Hay un láser especialmente útil que es el de 1340 nm o de 1320 nm. Estos láseres reducen el tamaño de la glándula sebácea y evitan los nuevos brotes de acné. También se puede evitar los brotes con dosis pequeñas de Isotretinoína, que no producen sequedad de piel aunque son incompatibles con el embarazo. La aplicación de mascarillas seborreguladoras y sustancias con efecto peeling como el Zn, el Retinol, el láctico o el salicílico también reducen el riesgo de tener brotes de acné.
Hay un medicamento que se llama ISOTRETINOINA que en su día se pensó curaría el 90% de los acnes si se tomaba a unas dosis elevadas durante bastante tiempo. Hoy en día se sabe que son hasta el 40% de las personas que toman este medicamento que no vuelven a tener acné nunca mas, porcentaje bastante elevado si se considera que sólo el láser puede reducir de forma significativa el riesgo de padecer acné. Este porcentaje es mas bajo en las personas jóvenes y mas elevado en las personas mayores de tal manera que en las personas de 18 años o menores, el porcentaje de curación es virtualmente 0.
Después de haber padecido acné, se desarrollan cicatrices y marcas que en el caso de la cara se pueden tratar con diferentes procedimientos como láseres para alisar la piel, materiales como hialurónico, grasa, poliláctico o policaprolactona para rellenarlos huecos dejados por las lesiones de acné y procedimientos de subcisión o tunelización para romper las bridas de las cicatrices retráctiles que hay en la piel.
El acné de la espalda se produce por la presencia de una piel muy gruesa que obstruye la gran producción sebácea de las glándulas de la piel, la infección secundaria a esta obstrucción y la inflamación que el cuerpo desarrolla para tratar esta obstrucción y sobre-infección. La mejor manera de eliminar el acné de la espalda es 1) utilizando medicamentos que disminuyen la producción de sebo y la inflamación como los antihistamínicos, los retinoides, la isotretinoína y los corticosteroides, 2) empleando láseres para derretir la glándula de sebo y disminuir la inflamación y la colonización bacteriana y 3) mediante procedimientos de desobstrucción como los peelings químicos o la microdermabrasión.
Uno de los mayores errores en el acné es pensar que se trata de un problema de higiene. El acné se produce por la obstrucción a unas glándulas hiperactivas que producen más sebo del que puede ser drenado por la piel. Este se atasca y se sobreinfecta produciendo la típica inflamación que induce a la aparición de cicatrices en la piel. Lavarse muy a menudo la piel, de la cara no mejora el acné, pero debemos emplear limpiadores específicos para lavar la piel y retirar la seborrea, permitiendo que los cosméticos que empleamos puedan actuar.
Es necesario en el acné realizar procedimientos para reducir la obstrucción y la presencia de espinillas y comedones sobre la piel. Esto se debe realizar con cuidado y sin apretar ni inducir presión positiva en la piel. Son adecuados para esto los procedimientos de peelings químicos con salicílico, glícólico, mandélico u otros. También es muy efectiva la microdermabrasión, que es un peeling por aspirado de la piel muy respetuoso con nuestra epidermis.
Hay muchas marcas y productos muy buenos para el acné. En general se recomienda que no sean muy agresivos y que contengan sustancias astringentes como azufre, retinol, glicólico, láctico u otros.
El sol es un arma de doble filo en el acné. Tomado en pocas dosis resulta ser útil para reducir la colonización bacteriana y la inflamación, mejorando el acné. A dosis más altas incrementa el espesor de la piel súbitamente y puede empeorar el acné. Este tipo de acné inducido por el sol es conocido como acné estival o acné mallorca, típico de los turistas que en pocos días recibían mucha exposición solar en la isla del mismo nombre.
Aunque el sol puede mejorar el acné, es importante que no se tome en exceso sobre las lesiones inflamatorias o granos y no dejar pigmentación post-inflamatoria residual. Por este motivo se recomienda tomar el sol con moderación o aplicar protectores solares muy ligeros para no obstruir el poro y empeorar el acné.
Manipular un grano aumenta la presión interna de la glándula sebácea que ya de por sí es bastante elevada, aumenta la inflamación y deja un residuo o cicatriz mayor de lo normal. Es mucho mejor para la piel y evitar la aparición de cicatrices el realizar un peeling o una microdermabrasión mecánica bajo la supervisión de un médico.
El afeitado es necesario pero cuando la piel de la región de la barba está repleta de granos e irregularidades, es necesario emplear de víspera un hidratante especial o preparador del afeitado para que la cuchilla no corte ni lesiones los granos del acné evitando de esta manera dejar mas marcas o cicatrices.
El acohol es una sustancia astringente y antiséptica que puede reducir la inflamación de un grano de acné pero también puede secar más aún la piel tratada. No se recomienda aplicar alcohol sino limpiadores específicos mas respetuosos con la piel del acné.
El chocolate no es en sí un inductor de acné sino el azúcar que puede estar contenido en él. Se sabe que las subidas repentinas de azúcar o de insulina empeoran la inflamación en los granos del acné. Por ello, si se toma chocolate en el contexto de una comida equilibrada con sus verduras y fibra, estos azúcares se absorberán más lentamente sin producir picos en la insulina. Pero si este chocolate se toma a media tarde, los niveles de insulina suben de forma brusca y pueden empeorar el acné.
El acné no es un problema alimenticio ni se cura con retirar o incluir ciertos alimentos. Pero si se retiran los lácteos o productos de la leche de vaca y los azúcares de absorción rápida, le acné mejorará y los tratamientos serán mas efectivos.
Los lácteos o productos de la leche de vaca y los azúcares de absorción rápida que produzcan niveles elevados de insulina.
Las grasas y los embutidos no empeoran el acné. Este tipo de grasas no es empleado por nuestro organismo para fabricar sebo sino para el tejido adiposo de nuestro cuerpo. Puede que engordemos pero no empeora nuestro acné.
Durante el ciclo menstrual se producen elevaciones y disminuciones de muchas hormonas que estimulan la fabricación de sebo y empeoran el acné. Algunas de estas hormonas son los andrógenos que aumentan antes de la menstruación o de la ovulación. También las hormonas del stress tales como el Cortisol o la ACTH empeoran el acné.
Los anticonceptivos regulan el ciclo hormonal y reducen la fabricación de andrógenos que aumentan la seborrea. Se utilizaron mucho hace algunos años para el tratamiento del acné pero empeoran la coagulabilidad de la sangre y a partir de ciertas edades, especialmente en personas fumadoras, se pueden producir más coágulos y trombos en la sangre.
Los maquillajes están permitidos en el acné si tienen ciertas características como no ser comedogénicos y no obstruir el poro.
Las personas que padecen acné tienen más frecuentemente otro tipo de enfermedades inflamatorias como bronquitis crónica, colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn. Estos son solo algunos de los muchos ejemplos de enfermedades que en personas con acné son más prevalentes. Estos hechos, descubiertos recientemente, no significan que esas enfermedades están producidas entre sí ni aumenten la probabilidad una a la otra sino que ocurren porque hay un ESTADO INFLAMATORIO de base alterado y más intenso que predispone a padecer todas ellas, entre otras el mismo acné .
La almohada no se debe lavar para evitar el acné sino como una costumbre higiénica mas.
Hay algunos limpiadores que realizan un efecto peeling por cepillado y reducen la obstrucción a la salida de sebo o la obstrucción de la glándula sebácea.
Es importante tratar el acné para evitar la aparición de cicatrices en la cara. Además se sabe hoy en día que la repercusión psicológica del acné es muy importante y reduce notablemente la autoestima en los jóvenes que lo padecen.
Los tratamientos de microdermabrasión o LED son totalmente indoloros. Los tratamientos con peelings pueden producir una sensación de picor o quemazón en la piel. El tratamiento mediante láser de IPL o 1340 puede producir una sensación de quemor súbito.
Las sesiones de tratamiento de acné suelen durar típicamente 30 minutos, ya sea si se realiza láser de alta potencia o peelings y microdermoabrasión con láseres de baja potencia.
Las sesiones de láser cuestan en España entre 200 y 300 euros. Las sesiones de peeling cuestan entre 50 y 150 euros. Si el tratamiento de acné requiere tratar varios aspectos durante varios meses, se puede estimar que un paciente con acné agudo necesita gastar entre 1.000 y 2.500 euros en un año.
El acné es una condición más que una enfermedad que puede durar entre pocos años y varias décadas. Hay personas que tienen acné durante 1 año y otras que lo padecen durante más de 10. Aunque no hay unas reglas fijas, resolver un brote agudo de acné puede llevar entre 3 y 6 meses, y realizar un mantenimiento puede ser necesario durante al menos 3 años.